La SEPI se negó a hacer una revisión de los litigios que pueden llevar a la quiebra a Duro Felguera
Si se hubiera hecho la 'due diligence', se podría haber evitado la probable pérdida de los 40 millones del rescate
Lo que le faltaba a Duro Felguera: Rumanía le embarga 16 millones del rescate por otro proyecto fallido
Los bancos se niegan a dar más tiempo a Duro Felguera para refinanciar porque SEPI no ha cumplido
El rescate de Duro Felguera, que todo indica que va a ser ruinoso para los españoles, pudo haberse evitado si la SEPI hubiera hecho caso a las advertencias de los bancos acreedores y hubiera hecho una due diligence (revisión en profundidad) de los litigios que afronta la empresa asturiana y que, por sí solos, pueden llevarla a la quiebra. En cambio, el holding industrial público se negó y le concedió 120 millones de dinero público (de los que ha desembolsado 40).
«Los bancos pidieron hacer una due diligence de los pleitos que tiene Duro Felguera, incluyendo temas fiscales y laborales. Pero la SEPI no les dejó, aduciendo que ya habían hecho su análisis», explica una fuente conocedora de la situación.
Otra fuente añade que «no tiene ningún sentido esta actitud de la SEPI. Si estás tranquilo con la revisión que has hecho para darle los 120 millones, ¿por qué no puede hacerla otro, si va a ver lo mismo que tú has visto», se pregunta. «Más bien parece que la negativa responde a que no estaban muy tranquilos con esa inyección de dinero público y temían que los bancos encontraran cosas que pudieran en cuestión el rescate», añade.
La primera fuente remata que «la cuestión de los litigios de Duro Felguera es un campo de minas: tienen líos en Venezuela, Rumanía, Argelia, Australia y hasta con Hacienda, que le reclama 150 millones, lo que se comería más que los 120 millones del rescate».
OKDIARIO ha revelado en exclusiva la mayoría de estos escándalos: los 120 millones que le adeuda el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela (curiosamente, la misma cifra del rescate); la ejecución de un aval de 55 millones en Argelia, paralizada de momento por un juzgado de Oviedo; y, más recientemente, el embargo de 16 millones en Rumanía como garantía de una reclamación total de 90 millones y que ya se han restado de los 40 millones del primer pago del rescate.
La situación, cada vez más desesperada
El enorme coste potencial de estos pleitos ha truncado una de las operaciones a las que estaba condicionada la salvación de la empresa asturiana: la concesión de un crédito de 40 millones por parte de Fortress respaldado precisamente con los litigios (en este caso, los que espera ganar).
Aparte de la operación de Fortress, no se ha cumplido ninguna de las condiciones a las que ligaron los bancos la refinanciación de la empresa: la SEPI se comprometió a poner 120 millones y sólo ha puesto 40 (y en forma de crédito, no de capital); Duro Felguera prometió la entrada de un socio industrial que aportara 10 millones y carga de trabajo, y ni está ni se le espera (con lo que la empresa está prácticamente parada); y Duro Felguera ha comunicado que no cumplirá en 2021 el plan estratégico presentado para el rescate.
Ante estos incumplimientos generalizados, los bancos acreedores, Santander, Sabadell, CaixaBank y la antigua Bankia (hoy también CaixaBank), se han plantado y no han otorgado una prórroga de tres meses como sí ha hecho la SEPI. Esto obliga a volver a negociar la refinanciación desde el principio y acerca el concurso de acreedores. Las entidades habían aceptado otorgar una línea de avales de 80 millones para que Duro Felguera pudiera continuar su actividad y refinanciar los 85 millones que quedaban de deuda tras la anterior reestructuración, acordada en el último minuto en julio de 2018.